Si eres un hombre con propensión a la agresividad, al egocentrismo y a abordar sin miramientos a cuanta hembra desees disciplinas como el yoga, el taichi o la meditación vipassana (entre otras muchas) pueden servirte para relajarte, reducir tu agresividad y mejorar tu autocontrol. Son técnicas que pueden ser de gran ayuda en instituciones como las cárceles. Pueden ayudarte a encontrar una dimensión espiritual que tienes muy escondida.
Por el contrario si eres un hombre tímido, respetuoso y con bajas dosis de agresividad dichas disciplinas pueden disminuir aún más la poca energía masculina que manejas y convertirte en un ser abúlico, pasivo y sin espíritu alguno de lucha. A nivel sexual puedes tener alteraciones que van desde el pagafantismo o el sentimiento de inferioridad respecto a las mujeres (especialmente si son altas, fuertes y activas sexualmente) hasta disfunciones eréctiles o la eyaculación precoz. Te puedes creer que tu espíritu purificado lleno de "buen rollo" atraerá a hermosas mujeres deseosas de hallar hombres "espirituales", pero nada más lejos de la realidad, pues a la mayoría de mujeres (incluso aquellas que afirman ser más "espirituales") se ven normalmente mucho más atraídas por el macho malote que por ese chico tan majo. Si tu perfil corresponde al de un chico más pasivo empieza por practicar algo que suba tu energía masculina: fútbol, boxeo, reunirte con tus amigotes a hablar de lo que los hombres hablan, etc. Sólo cuando veas que empiezas a ir un poco sobrado de agresividad relájate practicando estas técnicas u otras que tengan ese mismo objetivo: reducir un poco tu energía masculina.
En el caso de las mujeres se puede aplicar algo parecido. Normalmente será más beneficioso en aquellas con mayor cantidad de testosterona (con carácter fuerte, amantes de deportes de riesgo, etc) que en aquellas más pasivas o tímidas. En el caso de los gays no sé dar una recomendación, probablemente sea análogo a lo comentado para los hombres en general.
La energía masculina no es mala, como tampoco lo es la femenina. La energía masculina te da una dosis de agresividad necesaria para luchar y defenderte a ti y a los que de ti dependen. El mundo no es solamente buen rollito. La Naturaleza es bella, y también salvaje y cruel. Pero el exceso de energía masculina puede llevar a la violencia, la ambición de poder sin límites y a la guerra ofensiva. Lo perjudicial suele provenir del desequilibrio entre ambas energías.
Conócete a ti mismo y aprende a encontrar lo que puede ser más útil para TI. |