A mi marido le pasó algo parecido hace un tiempo. Resulta que él dejó que yo lo iniciara sólo en Reiki I y salvo alguna vez que me dió reiki a mí, no lo pone en práctica. Más bien, no se tenía demasiado confianza en que él pudiera "hacerlo bien". Un día, en el negocio donde compra siempre los repuestos para hacer su trabajo (es tácnico en refrigeración), uno de los empleados, se quejaba de un dolor en la mano que desde hacía varios días que no se le pasaba con nada. Entonces Rubén (mi marido) le ofreció probar con reiki...El tipo tampoco sabía bien de qué se trataba, pero -vieron como pasa en estos casos- frente a la desesperación, se entregó... Imagínense la escena: uno a cada lado del mostrador de un negocio adonde van mayormente hombres, tomados de la mano como dos tortolitos...Cada uno que entraba, no ahorraba en "cargarlo" al empleado. La cuestión es que según me relató mi marido, no estuvieron más de cinco minutos por lo pesado de la situación. Pero al hombre ese no le dolió NUNCA más la mano, para sorpresa de él ¡y de mi marido! que no confiaba en "su reiki". La verdad es que Reiki da para todo, hasta para divertirse ¿no?
Cariños desde Buenos Aires
Pilar |