El otro día estuve en Xanadú en el Laserdromo y no es porque la dueña sea mi amiga pero os lo recomiendo si queréis pasar un buen rato soltando adrenalina.
Lo primero lo feo, cuesta 5 euros y si vais en grupos de al menos 5 personas os cobran 20 euros. El tiempo 15 minutos pero que se aprovechan muy bien.
Os tenéis que poner unos chalecos que tienen luces en el pecho, espalda y hombros y vais con una pistola con láser. Después os metéis en un laberinto y a disparar a las luces de los demás mientras procuráis que no os disparen a vosotros. Cuando os disparan mucho el chaleco se vuelve loco y ya no podéis disparar hasta pasados 10 segundos.
En el laberinto hay además una rampa para que podáis disparar desde arriba si lo queréis. Y mientras luces de discoteca para despistar y música.
No hace ningún daño como puede pasar con las bolas de pintura y es muyyyyyy divertido. Cuando sales estás muy relajadito porque te has reído un montón.
Una cosita, a los niños les encanta. Yo tuve a mi hijo mayor (12 años) y a mi sobrina (14 años) toda la tarde´ahí metidos disfrutando (bueno, es que ellos iban con enchufe y no tuve que pagar, claro ) y conste que los dos son la mar de pacíficos pero por poner una comparación es como las pistolas de agua, nadie sale herido y te diviertes mucho.
Yo estuve dos veces, una abajo en el laberinto y la segunda arriba y las dos veces me lo pasé genial, hasta tengo agujetas de mantenerme agachada para que no me descubrieran . Para los que no les gustan las armas deciros que a mí tampoco, soy muy pacífica, pero aquí me lo pasé muy bien y salí sin ninguna ganas de bronca, es más, después de la primera vez me di una vuelta por el centro comercial y estaba tan bien que no me afectaba el consumismo de los demás, ni siquiera tenía ganas de comprar cosas
Vamos, que os lo recomiendo. Si queréis ir tenéis que entrar por la entrada de los cars y luego está dentro de una cafetería. ¡Ah! El que gane tiene una partida gratis.
Oh, Gran Espíritu, apártame de juzgar o criticar a otro, mientras no haya caminado en sus mocasines durante dos semanas.
¡Qué buena edad tienen esos niños para que les lleveis a sitios más interesantes , donde se pueda respirar al menos ...........como la naturaleza!........porque un centro comercial................... Un saludo para todos.
Yo vi a un niño de unos 4 o 5 años, el chaleco les viene muy grande pero no corren ningún peligro. Al mío pequeño no le llevé porque hay luces de discoteca y esas luces pueden provocar ataques epilépticos (a las personas con epilepsia, se entiende).
Para el caso de niños tan pequeños lo mejor es que no os metáis con un grupo de personas desconocidas, no vaya a ser que en un cruce del laberinto no los vean y se choquen, pero como digo no hay peligro ninguno. Si alguno tiene miedo de perderse puede ir el papá o la mamá a su lado y ya está.
P.D. Las mamás no llevéis tacones
Oh, Gran Espíritu, apártame de juzgar o criticar a otro, mientras no haya caminado en sus mocasines durante dos semanas.
Citado de GUAUMIAU, publicado Noviembre 1, 2004, 1:24pm a las aquí
¡Qué buena edad tienen esos niños para que les lleveis a sitios más interesantes , donde se pueda respirar al menos ...........como la naturaleza!........porque un centro comercial................... Un saludo para todos.
Creo que lo interesante es ofrecer a los niños varias opciones en la vida y enseñarles que los centros comerciales también tienen sus cosas buenas.
Yo tengo que destacar que después de pasar por el laserdromo me di un paseo por el centro comercial y fue "distinto" a otras veces, estaba muy relajada y no tenía ningunas ganas de comprar compulsivamente como me suele suceder. Es más, entré en una tienda muy bonita que tenía cosas muy baratas, vamos, de estas tiendas que son un chollo y no compré absolutamente nada, no lo necesitaba porque me encontraba muy bien después de "descargarme" en el laserdromo.
Además para mí la "prueba definitiva" fue ver la cara de mi hijo y mi sobrina. Cada vez que terminaban querían volver a entrar. Los dos son niños muy pacíficos (la profesora de mi hijo me llegó a decir que era un niño muy especial y que donde estaba él había paz). Les gustó tanto que decían que cuando ganaran un partido (ahora empiezan con el unijockey) vendrían a celebrarlo al laserdromo.
Constantemente los niños están recibiendo palabras tipo "esto no se hace", "esto no se dice", "esto no se toca", unas veces se las merecen y otras no y no les permitimos que nos levanten la voz ¿a dónde va toda esa frustración que sienten? a su interior. ¿Cómo pueden descargarla? evidentemente corriendo por el campo pero ¿por qué no pegando tiros que no hacen daño absolutamente a nadie? Recordad que yo lo comparé con las pistolas de agua.
Y lo que más me gustó es que los niños se reían y estaban excitados de pura felicidad y conociendo a mi hijo y a mi sobrina puedo asegurar que no hubo malicia ninguna en ellos mientras JUGABAN.
Eso sí, hubo algo que no me gustó nada. En una de las ocasiones en que los niños iban a entrar había un grupo de 5 personas de unos 30 años y no quisieron que entraran los niños, querían estar "en grupito". Los niños dijeron que no les importaba. ¡Ojala los adultos hubiesen sido como ellos!
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Sí que están bien estos sitios. He jugado un para de veces y me lo pasé teta. Está claro que son menos peligrosos que los paintball así que más adecuados para los críos (y digo críos porque yo soy muy mayor, todo un hombre jajajajajajajajajaja, qué capullo). Y ya he perdido el hilo de lo que estaba diciendo. Ah sí, que es muy divertido y poco peligroso. y esas cosas,¿no?
Muchas gracias, Sonia. Se lo voy a comentar a mi marido y a los niños, a ver si les apetece. Suena divertido, la verdad. Iñigo, qué graciosos son tus correos, hombre. Me río mucho. Saludos Esther
) y conste que los dos son la mar de pacíficos pero por poner una comparación es como las pistolas de agua, nadie sale herido y te diviertes mucho.
. Para los que no les gustan las armas deciros que a mí tampoco, soy muy pacífica, pero aquí me lo pasé muy bien y salí sin ninguna ganas de bronca, es más, después de la primera vez me di una vuelta por el centro comercial y estaba tan bien que no me afectaba el consumismo de los demás, ni siquiera tenía ganas de comprar cosas 
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