Gestionar no es vivir: la frase “el tiempo es oro” es una tontería. Tenemos que ser conscientes de cada minuto, saber aprovecharlo en aquello que estamos haciendo (con amor) o simplemente en la contemplación de la vida. El día comprende 24 horas y una infinidad de momentos. Si levantamos el pie del acelerador, todo dura mucho más. Claro, puede parecernos largo lavar los platos, pero ¿por qué no utilizar ese tiempo para pensar en cosas agradables, para cantar, relajarnos, alegrarnos del hecho de estar vivos?
Actuar frente a las emociones negativas: cuando nos sentamos en un sofá, encendemos la televisión (lo cual, en realidad, es una forma de desconectarse del mundo). Entonces puede suceder que sintamos una gran ansiedad, que pensemos que estamos perdiendo el tiempo, que tenemos que llamar a alguien, hacer gimnasia, arreglar la casa. ¿Por qué? Porque si nos quedamos quietos, se nos vendrá encima toda la ola de emociones reprimidas, nos deprimirá, nos dejará tristes o con un sentimiento de culpa. Pero cuanto más nos “ocupamos” en algo, más se acumulan estas emociones, hasta que un día corremos el riesgo de verlas estallar sin control.. Sí, todos tenemos nuestros problemas, a los que debemos hacer frente. ¿Por qué no hacerlo hoy? Parar. Pensar. De manera eventual, sufrir un poco. Pero al final, entender quiénes somos, qué sentimos, qué estamos haciendo aquí, en este momento, en lugar de intentar determinar la Agenda de la Vida.
Stephan Rechtschaffen - Timeshifting (El Giro en el tiempo) |