El estudio de la influencia de las emociones en las enfermedades abre un nuevo campo de investigación científica y una nueva esperanza curativa para el paciente.
El hijo de Ryke fue víctima de una bala perdida en un tiroteo. Durante
seis meses el joven estuvo en un hospital debatiéndose entre la vida y la
muerte. A los dos meses de su ausencia, Ryke, médico psiquiatra,
desarrolla cáncer en un testículo y su esposa, médico oncólogo, también
enferma de cáncer en las mamas. Cómo era posible que dos personas sanas y
jóvenes desarrollaran esta enfermedad en tan poco tiempo, coincidiendo
además con el hecho más traumático de sus vidas...
Esta historia sucedió a mediados de los años 80 en Alemania y el padre del
niño fallecido es el Dr. Ryke Hammer, quien en esa época estaba
planteándose la importancia de la relación entre los estados psíquicos del
paciente y la evolución de la enfermedad. Con este triste suceso,
comprueba, en sí mismo, la influencia del hecho traumático de la pérdida
de un ser querido en el desarrollo del cáncer. A partir de ese momento
Hammer comienza a realizar investigaciones sobre el trasfondo emocional
que hay en una enfermedad y determina según el tipo de conflicto qué
órgano puede verse afectado.
Estableció un denominador común en el aspecto emocional y en el aspecto
orgánico. Por ejemplo: quienes tenían problemas de "territorio invadido"
(trabajo o seres queridos) se afectaban de la vejiga; otros que sufrían
"pérdida de territorio directo" (economía, trabajo, afectos, ilusiones)
padecían enfermedades coronarias; casos de fibroma, estaban relacionados
con un conflicto de procreación: "no poder, no deber o no querer tener
hijos".
Para que las emociones generen enfermedades graves, explica el Dr. Fermín
Moriano, el individuo debe padecer de un conflicto emocional (no se trata
de un simple disgusto), producido por un shock psíquico, altamente
traumático, que lo agarre desprevenido y lo viva en aislamiento, es decir
no lo exteriorice. "Una vivencia de esta naturaleza produce una rotura de
campo electromagnético de un área concreta del cerebro y allí lesiona el
órgano que esa parte del cerebro rige. Hemos estudiado más de 60 mil casos
en Alemania, Holanda, España, Italia, Suiza, Bélgica y Francia", informa
el médico e investigador de la Universidad de Valladolid, España, quien
trabajó y se formó con el Dr. Hammer y actualmente es uno de los
principales exponentes en Europa de sus ideas y técnicas. Se encuentra en
Caracas para dictar el seminario "Humanizar la Medicina", del 31 de junio
al 1° de julio, organizado por la Escuela Amor y Vida.
Para el Dr. Moriano no son las situaciones por sí mismas lo que crea el
conflicto, es cómo el individuo las tome. La persona debe estar consciente
de los riesgos que está viviendo. Mantener un ritmo emocional alterado
atrae enfermedades. Recomienda tener cuidado con los problemas cotidianos,
ya que estos pueden producir trastornos de salud.
Cuando el paciente llega a la consulta -relata Moriano-, quiere saber qué
le produjo la enfermedad y le decimos que fue resultado de un conflicto
emocional X, el paciente de inmediato expresa: "¡ah!, ya sabía yo que este
problema me iba a enfermar". Cuando un individuo identifica la situación
que lo está afectando, ya tiene en sus manos las herramientas para
solucionarlo y comenzar a sanar. La medicina preventiva es responsabilidad
de la persona, quien debe estar consciente de lo que le hace daño y buscar
soluciones.
Somos pura energía
A partir del año 95, el Dr. Moriano aporta su propia experimentación en un
trabajo único que realiza con la bioenergética. Según el investigador, el
cuerpo humano está lleno de campos electromagnéticos y las emociones
intervienen en ellos. No se puede separar al ser humano ni de sus
emociones ni de su campo magnético. "Actualmente en España estamos
comprobando cómo las emociones, a través de las alteraciones de los campos
magnéticos del cerebro, producen una alteración de ciertas proteínas que
tiene el ser humano, convirtiéndola en priones (proteína que tiene la
capacidad de multiplicarse sin ADN). Estos priones atacan a las células
provocando un bloqueo metabólico y por tanto alguna función fisiológica de
ese tejido desaparece (se produciría una enfermedad degenerativa); o
también puede alterar el núcleo celular, procurando una multiplicación
continua (desarrollaría un cáncer). Estas investigaciones nos han
permitido curaciones asombrosas".
En relación al tratamiento, señala que es vital sanar el conflicto
emocional; si el paciente no tiene las herramientas psicológicas para
cambiar su actitud, asumir y afrontar el problema, es necesaria una
psicoterapia, para ello estarían los psiquiatras y psicólogos. Asegura que
cuando se modifica la emoción, se desactiva el proceso de formación de
priones. Pero en el caso de un paciente que no pueda definitivamente
superar el conflicto, explica que existe un medicamento de acción química,
que es capaz de bloquear la agregación enzimática que produce la presencia
del prión. "También trabajamos con láser de baja frecuencia. El organismo
reacciona a estímulos del láser y en la medida que podamos corregir una
frecuencia alterada en un órgano, podremos por tanto conseguir el
equilibrio bioeléctrico que nos conduce a la curación".
Revela el Dr. Moriano que los resultados en enfermedades degenerativas del
sistema nervioso central, cáncer, sida y hepatitis, son altamente
positivos. "Los resultados son tan altos que la bioquímica clásica ni
soñaría el día de hoy en obtenerlos". Preguntamos sobre el porcentaje de
curación, y el investigador se reservó el número debido a que aún la
sociedad -según dijo- no está preparada para semejante información. Aunque
su misión es difundir estos trabajos, piensa que hay que ir preparando el
terreno...
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[Nota mia]
Quien esté interesado en saber más acerca de los priones (yo no lo había oido nunca)
http://usuarios.lycos.es/priones/