Quizá habría que delimitar primero que entendemos por buenos amigos. Diría que lo son aquellos en quienes puedes confiar al 100%, aquellos con quienes puedes ser tal como eres (tal como deberíamos ser siempre, ser de verdad). Pero ¿también es importante que la otra persona te considere buen amigo también? Tú te entregas y la otra persona también lo hace. No hay que explicarse, todo se entiende, siempre puede contar contigo, siempre puedes contar con él. No hay convencionalismos ni excusas, tal como te sale del corazón lo puedes plantear, no hay miedos ni defensas, no se necesitan.
Y quizá no sea culpa del mundo sino nuestra, nuestras capas de cebolla están muy pegaditas y cuesta mostrar a los demás ese corazón que tenemos en nuestro interior. ¿Y si no necesitamos estar a la defensiva sino que podemos mostrarnos tal y como somos? Nos da miedo que nos lastimen y no queremos volver a sufrir de nuevo. Y nos encerramos a cal y canto. ¿Y si nos estamos perdiendo una de las mejores experiencias de la vida, un amigo, amigo? ¿Y si merece la pena bajar las barreras y dejarnos ver?
¿Por qué pensar que eso es solo para cuando se tienen pocos años, que luego vamos creciendo y no merece ya la pena? ¿Y con el amor, hacemos lo mismo, nos construimos un castillo con muro y foso? ¿Siempre pensamos que nosotros ponemos mas en las relaciones personales y que por tanto salimos siempre perdiendo?
¿Y si ahí fuera hay también personas deseando mostrarse al natural, desinteresadas, sinceras, cercanas? ¿Y si por el que dirán, no somos capaces de dar nuevas oportunidades y por tanto solo somos seres encerrados en burbujas, soñando con lo bonito que sería poder estar juntos, con otros?
Un abrazo y un beso.
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