LA
PRINCESA QUE CREÍA EN LOS CUENTOS DE HADAS
Autor: MARCIA GRAD
El
primer pergamino sagrado
Creemos que estas verdades son evidentes, aunque muchas veces no
lo son:
I
Somos, ante todo, criaturas del universo: Completas, bellas y perfectas
en cada detalle, siguiendo los deseos del infinito. Así pues,
nos merecemos por derecho natural ser amados y respetados, y es
nuestro deber no aceptar nada más.
II
Así como todo el océano puede verse en una gota de
agua. También nosotros somos la escencia de la vida. Al igual
que la marea sube y baja, también nosotros nos movemos con
el flujo de la vida, aceptando que la única constente es
el cambio y que todo es como tiene que ser, aunque muchas veces
no sepamos por qué
III
En los brazos de la debilidad está la fuerza, ansiosa de
poder salir. En las garras del dolor, el placer que espera su momento.
Y en el camino lleno de obstáculos, la oportunidad que se
presenta con ellos. Esto es lo que nos brindan estos maestros en
nuestras vidas y debemos de estarles eternamente agradecidos.
IV
Formamos parte de un gran plan que no depende de nosotros. Todos
tenemos un lugar reservado en este gran proyecto y una razón
para existir
V
La experiencia no es siempre la verdad, pues aparece coloreada por
los ojos de quien la ve. Sólo en el silencio de nuestra mente
podremos oír la verdad. La dulce voz que habla a nuestro
corazón igual que un susurro, es la voz del Creador que despierta
dentro de nosotros para que seamos conscientes de lo que somos en
realidad, de lo que se espera que hagamos y de todo lo que ya sabemos.
VI
Cada momento nuevo es un banquete de infinitas posibilidades. Cada
día es una exquisita fruta que espera ser escogida. Una y
otra vez, debemos recoger la cosecha, comer hasta saciarnos sin
derrochar, pues muy preciado es lo que tenemos ante nosotros. Y
todo lo que es muy pronto será pasado.
VII
Cuando caminamos por el camino de la Verdad, sentimos cómo
fluye dentro de nosotros la belleza y la perfección de todo
lo que somos, de lo que son los demás y del universo. Hemos
elegido el camino de la ternura, de la amabilidad, de la compasión,
de la aceptación y del aprecio. Nuestra mente se llena con
todas estas cosas y tal plenitud crea amor en nuestro corazón
que, a su vez, trae el amor a nuestra vida.
VIII
Cuando seguimos por el camino de la Verdad somos conscientes también
de que lo que ocurre en nuestro interior es mucho más importante
que lo que hemos dejado atrás o lo que ven nuestros ojos.
Pues lo que sentimos en nuestro interior es nuestro mayor tesoro,
la grandeza del universo en si mismo."
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