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Al regresar a Madrid, busqué en Internet y encontré
a mi maestro, John. Los primeros contactos al teléfono me
sirvieron para poder asimilar la idea de Reiki. Yo tambien necesitaba
cambiar el chip y entender lo que significaba Reiki y cual era su
poder. Hice participe a mi novio de todo ello que prestó
atención pero no se mostró tan entusiasmado como yo.
Yo estaba desesperada porque quería poder hacerle todo más
llevadero y Reiki era algo "raro" que podía ayudarlo.
Pensaba: aunque todo este rollo no vaya mucho conmigo, nada se pierde
por intentarlo.
| ...me
pidió que llamara al Maestro para le diera Reiki a distancia.
Fue la primera vez que él me lo pidió. |
Había una diferencia de grado entre Carlos y yo, yo tenía
mucha más esperanza en Reiki que él antes de la intervención.
La intervención debió ser única (tumor en el
recto y metástasis juntos) pero fue demasiado complicada
y el doctor decidió dejar las metastasis para una fecha posterior.
A los 4 días de la 1ª intervención, Carlos sufrió
una peritonitis y el médico decidió intervenirlo de
nuevo. Fue una operación a vida o muerte.
Durante las 2 horas que transcurrieron desde que el médico
me lo dijo a mí hasta que se lo dijeron a Carlos y se lo
llevaron al quirófano, pedí a John que le enviara
Reiki a distancia. Lo curioso es que yo no le comenté nada
pues no quería preocuparlo. Sin embargo, cuando se lo estaban
llevando al quirófano, me pidió que llamara al Maestro
para le diera Reiki a distancia. Fue la primera vez que él
me lo pidió.
| Reiki
me ha ayudado a mantener la calma y lucidez durante 1 mes y
medio de estancia en un hospital |
Tras la segunda operación, John le dio sesiones diarias
de Reiki en la clínica mientras yo realizaba el curso de
primer nivel. Fue mejorando progresivamente y poco a poco se fue
"enganchando" literalmente al Reiki. Durante su estancia
en el hospital, Carlos parecía pedir más de lo que
necesitaba (a excepción de la primera fase) Yo lo intuía
por los comentarios de John: "Ella puede darte Reiki, yo puedo
venir día si y día no.." pero Carlos se sentía
más "protegido" así.
Salimos del hospital un par de semanas y durante ese tiempo, Carlos
no me pedía que le diera Reiki. No era que no lo quisiera,
sino que se "olvidaba" de que aún tenía
algo que había que eliminar, las metástasis. Volvimos
al hospital, volvieron a operarlo y yo le daba sesiones diarias.
Cuando regresamos a casa esta vez, si que me comenzó a pedir
sesiones. A estas alturas, Carlos esta firmemente convencido de
que Reiki funciona y puede ayudarlo en el futuro a superar o sobrellevar
mejor la quimioterapia y radioterapia.
Yo me he dado mis sesiones diarias y aún no "percibo"
todo lo que a mi me gustaría. Aunque como dice el Maestro,
Reiki te da lo que necesitas en cada momento y no lo que tú
quieres. Supongo que también es un periodo muy especial y
que al menos Reiki me ha ayudado a mantener la calma y lucidez durante
1 mes y medio de estancia en un hospital.
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