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Este artículo tiene
como fundamento principal mi experiencia con pacientes que han combinado
Reiki con una terapia psicológica.
Reiki y las enfermedades
Primeramente, hay que explicar el enfoque que da Reiki a las enfermedades
para entender donde encaja la psicología con Reiki.
Para
nosotros, una enfermedad es la manifestación final de un
problema a nivel mental/emocional o espiritual (uso la palabra espiritual
sin connotaciones religiosas, en Reiki, "espiritual" significa
"lo más profundo de nuestro ser").
En terapias energéticas para sanar "en profundidad"
debemos tratar el ser humano a todos los niveles, y no solamente
aplicando un "parche" temporal que alivia los síntomas.
De hecho, algunos pacientes que trato, al ver aparentemente desaparecer
su dolencia después de unas sesiones, dejan de acudir pensando
que se ha solucionado, sin darse cuenta que esa dolencia era simplemente
la manifestación de algo más profundo que ha quedado
sin tratar.
Para nosotros, todo es energía; pensamientos, emociones,
rabia, amor, etc. se traducen en alguna forma energética.
Aún desde un punto de vista extremadamente racional, no es
un concepto descabellado, ya que el cerebro, la herramienta que
usamos para crear el pensamiento, funciona a base de millones de
impulsos eléctricos (energía) por segundo. Cada impulso
crea un campo magnético (ley de Farraday) creando así
millones de campos magnéticos (más energía)
que, como sabemos, se mantienen mientras haya una corriente eléctrica.
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